26 de marzo 2020
Lo de siempre. Mi mañana ya es rutinaria, aunque hoy abunda un positivismo extraño, algo nuevo.
La convivencia está mejorando, ya nos reímos más y no nos peleamos por tonterías. Es curioso que una agenda abundante pueda hacer que personas que viven juntas realmente no lleguen a convivir.
La tarde leer, comer y dormir. Se podría decir que dejo un número aceptable de tareas para mañana así que no me preocupan demasiado.
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